Todd Hewitt es el último chico de Prentisstown, una pequeña comunidad cuya
peculiaridad (aparte del hecho de que no hay mujeres) es que todos escuchan
los pensamientos ajenos, lo que es definido como Ruido, un ruido que nunca
cesa. Todd está contento porque sólo falta un mes para que sea su decimotercer
cumpleaños y por fin, se convierta en hombre. Pero entonces, en uno de sus
paseos por el bosque con su fiel perro, encuentra algo inesperado que cambiará
su mundo para siempre: el silencio. O como lo define Todd: un agujero en el
ruido.